12/11/10

Los colores planetarios pueden guiarnos a nuevas Tierras

La Tierra se muestra con un azul tentador. Marte es rojo furioso. Venus es blanco brillante. Los astrónomos han aprendido que los colores reales de un planeta pueden revelar detalles importantes. Por ejemplo, Marte es rojo porque su suelo contiene un material oxidado rojo llamado óxido de hierro. Y nuestro azul terrestre es porque la atmósfera dispersa los rayos de luz azul con más fuerza que los rojos. Por lo tanto la atmósfera se ve azul desde arriba y abajo.
Los planetas alrededor de otras estrellas probablemente presentan un arco iris de colores tan diversos como los de nuestro sistema solar. Y los astrónomos eventualmente podrían aprender detalles de los exoplanetas a partir de su color, dilucidando si son rocosos o gaseosos, incluso, si se parecen a la Tierra.


En un estudio recientemente aceptado para su publicación en The Astrophysical Journal, un equipo liderado por la astrónoma de la NASA Lucy McFadden y la estudiante graduada de la UCLA Carolina Cuervo describe de una forma sencilla cómo distinguir entre los planetas de nuestro sistema solar con base en la información de color. La Tierra, en particular, se destaca claramente entre los planetas, al igual que un pájaro azul en una bandada de gaviotas.

"El método que hemos desarrollado separa a los planetas", dice Cuervo. "Hace que la Tierra reciba una mirada única." Esto sugiere que algún día, cuando tengamos la tecnología para recoger la luz de los exoplanetas individuales, los astrónomos puedan utilizar la información de color para identificar los mundos similares a la Tierra. "Con el tiempo, como los telescopios se hacen más grandes, habrá capacidad de recoger luz suficiente para observar los colores de los planetas alrededor de otras estrellas", dijo McFadden. "Sus colores nos dirán cuáles debemos estudiar con más detalle. "

El proyecto comenzó en 2008, y se ha perfeccionado con imágenes de la Tierra y otros planetas del sistema solar recibidas desde naves espaciales, especialmente aprovechando el instrumento de alta resolución a bordo de la sonda Deep Impact de la NASA. La idea era determinar lo que nuestra casa podría parecer a hipotéticos astrónomos alienígenas y, eventualmente, utilizar ese conocimiento para saber cómo detectar mundos similares a la Tierra alrededor de otras estrellas.

Tras el estudio de toda la información disponible, se comprobó que las cantidades relativas de luz que pasa a través de los filtros del instrumento de imagen utilizado varían para cada planeta o luna, creando una especie de huella digital en color de cada objeto. El equipo finalmente encontró una combinación de tres filtros diferentes -azul, verde y rojo- que pone de relieve las diferencias entre los planetas.

En un diagrama especial de colores de planetas creado por el equipo se determinó la base de similitudes en las longitudes de onda de la luz solar que sus superficies y ambientes reflejan. Los gigantes de gas Júpiter y Saturno se apiñan en una esquina, Urano y Neptuno en otra diferente. Los planetas rocosos interiores Marte, Venus, Mercurio se agrupan en su propia esquina del espacio de color.

Pero la Tierra es el verdadero solitario en el espacio de color. La singularidad de sus huellas de color se debe a dos factores. Uno de ellos es la dispersión de la luz azul por la atmósfera. Esto se llama dispersión de Rayleigh, en honor al científico inglés que lo descubrió.

La Tierra también se caracteriza en el espacio de color porque no absorbe una gran cantidad de luz infrarroja. Esto se debe a que nuestra atmósfera es baja en absorción infrarroja de gases como el metano y el amoníaco, en comparación con el gas de planetas gigantes como Júpiter y Saturno.

"Es la atmósfera terrestre la que domina los colores de la Tierra", dice Cuervo. "Es la dispersión de la luz en el ultravioleta y la ausencia de absorción en el infrarrojo"

Algún día, el enfoque de estos tres filtros puede proporcionar un "primer corte" para observar el interés de las superficies y atmósferas de los exoplanetas. "Hay algunas cosas que podemos decir de los colores, pero hay algunas cosas que no puedo decirte sin información adicional", dice Cuervo.

Por ejemplo, si un exoplaneta muestra una huella digital de color similar a la Tierra, no significa necesariamente que el planeta tenga el cielo azul y vastos océanos. Pero nos dice que hay mirar más de cerca ese planeta. Y eso sería un primer paso importante para analizar los casi 500 exoplanetas ya localizados.

Fuente: ep

Mail: grupo_gabie@yahoo.com.ar
Web: www.grupogabie.blogspot.com

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