23/4/13

El misterio de las rocas marcianas planteado por el láser del robot Curiosity


El robot Curiosity, que actualmente está buscando en la superficie de Marte indicios de condiciones de habitabilidad pretéritas o incluso actuales, ha encontrado lo que parece ser una característica común en la superficie de rocas marcianas muy diferentes.

Pero qué es exactamente lo que tienen en común esas rocas, sigue siendo un misterio intrigante que la investigadora Nina Lanza, del Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México, Estados Unidos, tiene la intención de resolver.

Un instrumento del Curiosity, el comúnmente referido como ChemCam, utiliza un láser muy potente para vaporizar un punto determinado de la superficie de la roca a analizar. El instrumento lee entonces con un espectrómetro la composición química de la muestra vaporizada. Debido a su alta precisión, el láser puede disparar múltiples pulsos o disparos en el mismo sitio exacto, proporcionando a los científicos la oportunidad de investigar con gran detalle una muestra de roca, hasta un milímetro de profundidad.

Muchas rocas reciben de 30 a 50 disparos láser en un mismo punto, y una recibió 600 disparos.

Los miembros del equipo de la ChemCam por regla general descartan los resultados de los primeros cinco disparos láser, debido a la creencia de que después de esos primeros disparos, el láser ha penetrado a una profundidad que proporciona una muestra representativa de la verdadera química de la roca.

En lugar de descartar ella también esos datos de los primeros disparos láser de cada sesión, Lanza centró su atención en ellos, examinando los datos de esa clase correspondientes a un conjunto diverso de rocas marcianas. Y encontró algo enigmático: Los primeros cinco disparos denotaban similitudes químicas con independencia del tipo de roca sobre el que se disparase. Es más, después de cinco disparos, pero sólo cinco, ni uno más ni uno menos, el espectro captado de la roca vaporizada se estabilizaba en una muestra representativa del tipo de materia pétrea más interna.

"¿Por qué son siempre cinco disparos?", se pregunta Lanza.

La explicación más fácil que primero viene a la mente es que los primeros cinco disparos provocan la lectura de una capa de polvo que se ha aposentado sobre la superficie de cada roca. Sin embargo, los resultados de investigaciones realizadas en laboratorio en la Tierra parecen demostrar que el primer disparo del láser crea una pequeña onda expansiva que es muy eficaz retirando todo el polvo de la muestra. Por lo tanto, los disparos del láser podrían estar denotando la presencia de algo más sobre ellas. Podría ser que las rocas marcianas estuvieran recubiertas por una sustancia, cuya estructura, o incluso también su composición, fuese similar a la pátina oscura que cubre las rocas terrestres en algunas regiones áridas del planeta. En el caso de Marte, esta pátina, conocida en su versión terrestre como barniz de roca, se podría comparar en algunos aspectos a, por ejemplo, la típica pátina que aquí en la Tierra se forma en la superficie de los objetos antiguos de bronce.

Lo llamativo sobre el barniz de roca es que el mecanismo por el cual se forma no se conoce a ciencia cierta. Algunos científicos creen que el barniz de roca resulta de una interacción entre la superficie de las rocas y pequeñas cantidades de agua portadas por la humedad del aire, una reacción química que forma una fina capa o pátina. Otros piensan que podría haber un componente biológico en la formación de barnices de roca, como hongos o bacterias, que interactúan con el polvo de las rocas y excretan los componentes del barniz sobre la superficie.

Lanza matiza que ella no está afirmando nada categórico acerca de la identidad o del origen de lo que sea que esté siendo detectado con los cinco primeros disparos láser de cada sesión de muestreo del instrumento ChemCam. La firma común percibida con los cinco primeros disparos, podría corresponder por completo a polvo de la superficie, o quizá denotar un recubrimiento de la materia pétrea, a modo de corteza, forjado por procesos naturales de erosión.

Lanza espera que, a medida que progrese la misión del Curiosity, la combinación de la actividad de otros instrumentos del robot con las operaciones de muestreo de la ChemCam, pueda ayudar a avanzar en la resolución de este intrigante misterio con el que se ha topado el Curiosity en Marte.

Si se encuentra finalmente la causa de esta alteración generalizada de la superficie de las rocas marcianas, el hallazgo revelará a su vez detalles quizá cruciales sobre el ambiente marciano y la cantidad de agua allí presente.



Fuente

Web http://grupogabie.blogspot.com/

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